Vega Tolosa, una bodega familiar de Casas Ibáñez (Albacete) en plena expansión, ha conseguido acaparar la atención de la crítica y del público con este espumoso de producción ecológica y vegana, que ostenta el premio Campo y Alma al mejor espumoso de Castilla-La Mancha
La compañía tiene al frente a dos jóvenes mujeres, Mariluz y Rocío Tolosa, quinta generación de una saga que es la primera y única de la D.O. P. Manchuela en elaborar espumosos con la variedad chardonnay
Su Gran Reserva, elaborado con el método tradicional champenoise, es un afrutado blanc de blancs con una crianza sobre rimas de más de 36 meses
La trazabilidad es certificada por un organismo oficial de control que garantiza el seguimiento y la supervisión del origen del viñedo hasta el embotellado e incluyendo los parámetros que indica el Consejo Regulador y las bases del cultivo ecológico que determina la Unión Europea.
Orgullosamente manchego y manchuelo —gentilicio de La Manchuela—, pero heredero de los grandes blanc de blancs franceses en cuanto a método de elaboración y variedad de uva, un viñedo de chardonnay plantado hace 18 años para conseguir un sistema radicular desarrollado que le permita producir uvas de calidad: así es Vega Tolosa Brut Nature Chardonnay Gran Reserva 2018, un espumoso de altísima calidad de la bodega homónima de Casas Ibáñez (Albacete). Esta compañía tiene el honor de ser la pionera, y todavía la única, que emplea la uva chardonnay –la única admitida en la elaboración de los champagnes franceses— en la D.O.P. Manchuela, un territorio en el que la macabeo es la variedad predominante en este tipo de vinos.
Con una crianza sobre rimas de más de 36 meses, y siempre siguiendo la elaboración tradicional, en la que la segunda fermentación se hace en la botella y en contacto con sus lías, y no en grandes depósitos como se estila en otras bodegas del entorno –método charmat. Así, han podido obtener un brut nature excepcional, con una producción de solo mil botellas, cuyo nombre es un homenaje a las cinco generaciones de una familia que, durante cinco años, ha realizado un arduo trabajo de investigación hasta lanzar la primera añada de este espumoso que ha encandilado a púbico y crítica. De hecho, en mayo de 2022 se alzó con el premio al mejor vino espumoso de los galardones Gran Selección Campo y Alma a los mejores productos agroalimentarios de Castilla-La Mancha. El año pasado también obtuvo una medalla de oro de EcoRacimo, el Concurso Internacional de Vinos Ecológicos.
FRUTAL, EQUILIBRADO Y FIEL A LA TRADICIÓN ‘CHAMPENOISE’
A nivel visual, Vega Tolosa Brut Nature Chardonnay Gran Reserva 2018 es un espumoso limpio y brillante, de color dorado con ligeros tonos verdosos y una burbuja muy fina y elegante. En nariz, ofrece aromas a panadería y recuerdos a manzana verde, mientras que en boca muestra un perfecto equilibrio gustativo y una personalidad muy frutal, realzada por su suave burbuja.
La uva empleada en su gestación procede de dos hectáreas de viejos viñedos propios y ecológicos, situados a 750 metros de altura sobre el nivel del mar entre los valles de Júcar y Cabriel, que crecen en la zona de transición a la Reserva de la Biosfera. Los suelos de esta parcela son ricos en materia orgánica, profundos, calizos y calcáreos, y aportan al vino las peculiaridades y la mineralidad del terruño. El clima, mediterráneo- continental, también influye en la personalidad de esta referencia; las lluvias habituales en otoño y primavera, los veranos secos y calurosos y los inviernos fríos generan un ambiente idóneo para estas viñas. En la estación estival, en concreto, el aire solano que sopla por las noches refresca las uvas y contribuye definitivamente a la maduración lenta y de calidad de los frutos. En 2018, las condiciones climáticas garantizaron unos perfectos parámetros de acidez, pH y azúcares.
La vendimia se realiza de manera manual, en cajas de ocho kilos para proteger su calidad y en el momento óptimo de maduración de cara a obtener un bajo grado alcohólico, ya que este aumenta unos dos grados en la segunda fermentación. Tras su recepción en la bodega y el habitual proceso de limpieza, la uva se enfría y se procede a una maceración en frío en los depósitos, de unas diez horas, para extraer los aromas de la piel. Tras esto, se descuba el mosto, por gravedad, hasta un depósito de acero inoxidable para la decantación de los sedimentos de forma natural. Al día siguiente se trasiega el mosto limpio en un fermentador de acero inoxidable, con una temperatura controlada para realizar la fermentación alcohólica, que durará unos 30 días a 15o C. Tras este paso, el vino resultante se trasiega, de nuevo, para eliminar las levaduras muertas y, tras otro proceso de decantado de dos días, se traslada a unos fudres de roble francés de 2.500 litros de capacidad, donde guarda una crianza de tres meses con battonages para agitar las lías finas. Pasado ese tiempo, se procede a una clarificación con proteína de guisante –se trata de un espumoso vegano— para limpiarlo, se filtra, se embotella y se le añade mosto concentrado ecológico de base de uva, junto a levaduras seleccionadas para que realice la segunda fermentación en la botella. En la cava, apiladas en rima, estarán durante un mínimo de 36 meses, ya que es un Gran Reserva. Al tratarse de un Brut Nature, el relleno de las botellas degolladas –proceso habitual para extraer los sedimentos– se realiza solo con el contenido de la botella anterior, sin adición de licor de expedición ni azúcar para reemplazar el líquido perdido.
P.V.P. botella: 35 €