Los prestigiosos vignerons François Lurton, Michel y Dany Rolland presentan la nueva añada de su Campo Alegre, un singular blanco resultado de la búsqueda de la máxima expresión del terruño y de la variedad de la que procede y de una vinificación absolutamente innovadora en la zona de Rueda.
Profundidad, equilibrio, volumen y untuosidad, junto a una acertada acidez que le aporta frescura y un persistente final, son las principales características de este gran blanco con alma y personalidad.
Inaugurada en 2016 en el pueblo de La Seca, corazón de la denominación de origen Rueda, la bodega Campo Elíseo Rueda es un proyecto de los prestigiosos vignerons franceses François Lurton, Michel y Dany Rolland. Desde sus viñedos propios, situados en el mismo término municipal de La Seca, y su atípica bodega, con cavas subterráneas del siglo XVII, tiene como objetivo elaborar distintos vinos que sean capaces de transmitir todo el carácter y la singularidad del terroir en el que se asientan y de su variedad autóctona: la Verdejo. Así, Campo Alegre se presenta como un vino con personalidad, fruto de una reflexión sobre la uva y el terruño y de una elaboración novedosa, basada en fermentaciones alcohólicas de duración superior a la media a baja temperatura, que se producen en distintos tipos de depósitos a 10 metros de profundidad.
Una materia prima excepcional es la base de la singularidad y la marcada personalidad del Campo Alegre 2017. La exhaustiva selección de las uvas con que se elabora (100% Verdejo) procede de viñedos ubicados sobre la meseta de La Seca que tienen entre 25 y 40 años de edad, plantados en suelos pobres y arenosos en los que predominan los cantos rodados y que disfrutan de una climatología única, con noches frías, que favorece la maduración lenta de la uva.
Cada parcela se vendimia a mano en cajas de 15 kg con el fin de respetar el “ritmo” el viñedo y de obtener el grado de madurez perfecto de cada pago. Después, se fermentaran con levaduras autóctonas por separado. Una peculiaridad del Campo Alegre es que se trata de un ensamblaje de distintas fermentaciones con sus lías en depósitos de diferente tamaño, forma y material: una parte se fermenta en depósitos de acero inoxidable para lograr aromas a fruta fresca; otra en barricas de robles francés de 225 litros (que confieren estructura y riqueza aromática); otra en depósitos de hormigón con forma ovoide que favorecen el movimiento natural de las lías aportando una mayor redondez y complejidad y una última (como absoluta novedad en esta añada de 2017) en huevos muy pequeños (de 1.100 litros) que permiten una extracción más concentrada. Todos (a excepción de los de acero inoxidable, que permanecen en el nivel cero de la bodega) se fermentan en cavas subterráneas a 10 metros de profundidad, en un ambiente fresco y estable, sin agresión alguna del exterior. Tras una crianza de cuatro a cinco meses, se ensamblan los diferentes lotes y se preparan para el embotellado.
El resultado es un vino sofisticado, de boca amable, de gran volumen y estructura, con una acidez vertical que le da frescura y amplitud. Evoluciona en la copa al oxigenarse, gana en matices y expresividad. A la vista, presenta un color amarillo pálido, brillante, limpio y con tonos verdosos. En nariz, es de intensidad concentrada y, al mismo tiempo, contenida: no se deja descubrir al primer paso, primero hay frescura y luego aparecen delicadas flores blancas de almendro y manzano, notas de duraznos blancos, toques ligeramente cítricos y recuerdos a panadería. En boca se muestra redondo, amplio y con un gran equilibrio. Muy elegante, alterna entre notas de zumo de manzana, pera y los recuerdos a orejones y flores secas de la crianza sobre lías. Es ideal para disfrutar con la llegada del buen tiempo ya que combina a la perfección con carnes blancas, con pescados en tartar, con todo tipo de arroces y con quesos.
P.V.P.: 14€
