Una fórmula magistral de Bodegas Marqués de Vizhoja que invita a sus siete variedades: aguardiente de orujo, licor de hierbas, crema de licor, anís seco, brandy, scotch whisky y ron dominicano añejo, ideales para cortar el café, aromatizar un té o una manzanilla, o poner un toque especial en la leche.
¿Sabes cuál es el secreto mejor guardado en Galicia en épocas de Carnaval? Los licores tradicionales de la tierra para acompañar a las conocidas filloas, un postre que cierra cualquier menú de invierno de cuchara y que convierte una tradicional comida en toda una reunión familiar con tertulia hasta bien entrada la tarde. Galicia es diferente en lo que a vivir de otra manera se trata. Porque en el noroeste español, allá donde termina el Río Miño y comienza el Atlántico, todo se acuerda alrededor de una mesa, todo se firma sobre el mantel, todo se discute en grupo, y los mejores manjares se comparten con los que más se quiere. Y ese concepto de familia, de compartir y de saborear los mejores sabores de la tierra es el punto de partida de Bodegas Marqués de Vizhoja para presentar su amplia gama de licores tradicionales en botella, Licores d’Vizhoja, ó con un packaging diferente, monodosis para hacer más fácil su degustación, “Gotas del Marqués”. Es la hora de disfrutar de una época tan cercana como es el Carnaval, que en Galicia se denomina Entroido, una palabra que recuerda lo entrañable que es vivir en buena compañía, y de exportar ese sentimiento que solo los gallegos convierten en todo un estilo de vida.
La esencia de la tradición de los licores más emblemáticos de Galicia se convierte, de la mano de Bodegas Marqués de Vizhoja, en innovación con un práctico envase monodosis de sus licores «Gotas del Marqués», perfectas para cualquier celebración. Un café o infusión tienen un toque especial gracias a las 7 variedades distintas de licor con abre fácil y sistema de embudo antigoteo que propone esta bodega gallega y que convierten a una de las familias más conocidas en el sector bodeguero, los Peláez, en invitados a las mejores mesas.
Aguardiente de orujo, licor de hierbas, crema de licor, anís seco, brandy, scotch whisky y ron dominicano añejo son las 7 variedades incluidas, ideales para cortar el café, aromatizar un té o una manzanilla, o poner un toque especial en la leche. Con una original y elegante presentación para usar en cualquier lugar, esta propuesta aúna estética, higiene, profesionalización, flexibilidad y consumo, lo que las hace perfectas para incorporar a aquellos que acompañan de algún destilado su sobremesa.
Muy implantadas ya en el sector de la hostelería y la restauración, ya que les permite a los profesionales ofrecer este servicio añadido al café o infusión pedida y hacerlo de forma cómoda e higiénica, las Gotas del Marqués también se comercializan para el consumidor final, en packs de monodosis, lo que nos permite contar con este ingrediente imprescindible en nuestras sobremesas y hacerlo, además, con un toque elegante.
La fórmula magistral de estos licores de dioses, es imposible de arrancar a la familia Peláez, que llevan más de 50 años haciendo disfrutar a todos los que prueban sus destilados. Pero como se trata de secretos, que en Galicia se pasan de generación a generación y como sin dulce, no hay licores, Bodegas Marqués de Vizhoja nos adentra en la fórmula mágica de una buena filloa, esas que no tienen competencia, aunque en Francia las confundan con las crêpes y en Castilla, con torrijas.
Filloas by Marqués de Vizhoja:
Ingredientes: 250 cc de leche, 700 cc de agua, 9 huevos enteros, 9 cucharadas de harina (300 gramos) y sal.
Elaboración:
Se mezcla la harina con la leche, el agua y la sal en un bol y se bate con la batidora. Poco a poco se van añadiendo los huevos enteros, uno a uno, y se mezclan bien. La masa no tiene que quedar espesa, si pasara eso, hay que añadirle algo más de agua. Si se deja reposar un rato la masa, las filloas quedan mejor, pero se pueden hacer nada más prepararla.
Para ello, se pone aceite de oliva en un bol y se unta una sartén con un tenedor envuelto en un trapo que se va mojando en el aceite. Es muy importante untar la sartén con el aceite imprescindible para que las filloas no se peguen. Se va echando la masa con un cazo pequeño, justo para que cubra la sartén, y se va moviendo la sartén girándola para que se reparta bien. Se les da la vuelta con la mano cuando se vayan despegando de los lados.
Después se mezcla azúcar con un poco de canela y se pone una cucharadita de esta mezcla en el plato en el que se vayan a ir poniendo al sacarlas de la sartén. También hay que echar una cucharadita de esta mezcla entre cada filloa según vayan saliendo.
Antes de comerlas, se aconseja darles la vuelta sobre otro plato para empezar a comer por el que se hizo primero. El azúcar ya se habrá hecho almíbar.