Tenerife es la meca vinícola del panorama actual, además de un spot único para avistar estrellas. Royal Hideaway Corales Resort, The Experience Design Hotel, acerca a todos sus clientes a vivir estos dos imprescindibles de una visita a la isla durante una misma tarde y a 1.200 metros de altura.
Cuando parecía que no existían más alicientes para visitar Tenerife, la isla sorprende con una interesantísima propuesta de vinos volcánicos procedentes de innumerables bodegas que se reparten por todo el territorio isleño. Una de sus principales características es la altura a la que crece la uva, a más de 1.000 metros, un condicionante que llena al vino de característicos matices que hacen de ellos un producto único en el mundo.
A los pies de El Teide y bajo un manto de estrellas que custodian las cepas cada noche, estas bodegas se convierten, debido a su ubicación, en enclaves únicos para avistar los mejores cielos de Tenerife. ¿Por qué no unir lo mejor de ambos mundos en una única jornada?
Royal Hideaway Corales Resort acerca a sus huéspedes a una experiencia única para descubrir uno de los planes más especiales que se pueden vivir en la isla: una ruta de vino y estrellas. Una propuesta que se engloba dentro del programa experiencial del hotel y que busca acercar a sus huéspedes a disfrutar de vivencias únicas en la isla que lo conecten con la esencia local.
¿En qué consiste?
Un transporte privado recogerá a los clientes que reserven esta experiencia en el hotel para trasladarlos a través del imponente paisaje autóctono hasta la Bodega Alma de Trebejos, un encantador viñedo ubicado a 1.200 metros de altura. Una vez allí, mientras se acerca el atardecer, los huéspedes podrán disfrutar de una visita guiada entre las cepas para disfrutar a posteriori de una cata de vino artesanal, seguida de una tradicional comida canaria en un encantador lagar para poner el broche a la jornada con un avistamiento de estrellas desde los campos colindantes en los que la contaminación lumínica es nula.
Además, un sky coach acompañará esta experiencia estelar en la que es posible contemplar uno de los mejores cielos del mundo de forma guiada a través de un telescopio.
Pura inmersión local en clave premium para aunar en una jornada lo mejor de Tenerife: sus paisajes más auténticos, los increíbles vinos isleños acompañados de la mejor gastronomía y los cielos más espectaculares.
