Desde hace años, el enoturismo se ha convertido en uno de los motores económicos más importantes de las zonas vitivinícolas. En España, regiones como la Ribera del Duero, las Rías Baixas o La Rioja Alavesa son sólo algunas de las zonas que han experimentado un incremento notable en el número de visitantes que acuden a descubrir y disfrutar de bodegas y viñedos.
Letizia Stok, country manager en España de Musement, plataforma de reservas de actividades en destino a nivel mundial, explica que “aunque el enoturismo es una actividad que puede realizarse durante todo el año, encuentra en los meses de agosto a noviembre su mejor época ya que al coincidir con la vendimia los turistas pueden disfrutar de una manera más completa la visita, conociendo cómo es su producción e incluso participando en el proceso de recolección”.
Una experiencia única que, lo es aún más, si el destino de estas visitas son viñedos que han sido declarados Patrimonio de la Humanidad. Desde Musement, recuerdan a los amantes del vino que “nos encontramos en las últimas semanas de la vendimia, por lo que aún queda tiempo para organizar una escapada de último minuto a algunas de las regiones que la UNESCO ha distinguido con este título”.
– Vino espumoso en las bodegas Coppo, situadas en los viñedos de Langhe-Roero y Monferrato (Italia). El paisaje vitivinícola del Piamonte italiano fue declarado como bien cultural del Patrimonio de la Humanidad en 2014. Se trata de una de las zonas vinícolas más importantes del país, donde se encuentra la localidad de Canelli, lugar de nacimiento del vino espumoso Asti. Los amantes del vino que deseen visitar este espacio único pueden disfrutar de una de las bodegas con más historia de la región: Coppo. Allí, degustarán cuatro tipos de vinos: espumoso cuvée, Chardonnay, Barbera d’Asti DOCG y Moscato d’Asti DOCG. Además, descubrirán las ‘catedrales subterráneas’, unos pasajes construidos a finales del siglo XIX en dichas bodegas para albergar las añadas.
– Vino de Oporto en el alto Duero (Portugal). Esta región vitivinícola situada al nordeste de Portugal fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 2001, en la categoría de paisaje cultural. Quienes se trasladen hasta allí para descubrir el famoso vino de Oporto, cuyos viñedos se extienden por la ciudad del mismo nombre, además de por Amarante, Lamego y Pinhão, pueden disfrutar con un tour por el Valle, en el que se visitan las bodegas de Raposeira, Tedo y Aveleda y se catan: vino espumoso, vino del douro, vino de Oporto y ‘vino verde’.
– Borgoña en la Côte de Beaune (Francia). En 2015 los viñedos de Borgoña fueron clasificados como Patrimonio de la Humanidad por las características de las parcelas que se hallan estrictamente delimitadas en las laderas de las vertientes de Nuits y de Beaune. Para disfrutar plenamente del que es considerado como uno de los cinco grandes viñedos de la región, Musement, recomienda participar en la ‘Ruta del vino Côte de Beaune’ donde, de la mano de un experto, conoceremos cómo es el suelo, el clima y las variedades de uva propias de la zona. Además de aprender cómo se clasifican y disfrutar de una cata de 12 vinos diferentes.
– Viñedos del Valle de Wachau (Austria). Este paisaje cultural, situado en la Baja Austria, fue catalogado como Patrimonio de la Humanidad en el año 2000, por su belleza y la conservación de sus monumentos, su urbanismo y sus viñedos. El Valle se encuentra a lo largo del río Danubio, entre las ciudades de Melk y Krems. Para disfrutar de una experiencia única entre viñedos, Musement, recomienda realizar una ruta en bicicleta por los senderos que bordean los cultivos de la vid y catar vinos en la ciudad de Dürnstein.
En España, a pesar de ser uno de los países con más bienes declarados Patrimonio de la Humanidad, aún no disponemos de ninguna región vitivinícola incluida en la lista. Sin embargo, sí que hay zonas que lo están intentando como La Rioja o Jerez.
Así, para aquellos viajeros que quieran realizar enoturismo sin salir de nuestro país, Musement, les propone:
– Cata de vinos en Haro (La Rioja). En este pueblo situado en La Rioja Alta se puede visitar una bodega tradicional, en la que se incluye una cata de vinos y una visita a pie por Vitoria (País Vasco). Además, se hace parada en Laguardia, un pueblo medieval que dispone de una bodega subterránea y se enseña cómo es la maceración carbónica con piscinas abiertas.
– Degustación de vinos de Jerez con un sommelier experto (Cádiz). Se dice que hay un vino de Jerez para cada momento del día y ocasión. Un dicho que los turistas pueden comprobar de primera mano durante esta degustación en la que se prueban 6 tipos diferentes de vino, acompañados de embutidos.