– La nueva añada destaca por su gran expresividad y estructura, fruto de una cosecha considerada ‘muy buena’, con una uva de máxima calidad.
– Azpilicueta Origen es un 100% tempranillo con uva de los parajes de San Cristóbal, La Tahola y Los Cabezos, en Fuenmayor, municipio donde Félix Azpilicueta creó su primera bodega en 1881.
Azpilicueta, marca emblemática de Rioja, lanza al mercado Azpilicueta Origen 2012, nueva añada de una referencia con la que la bodega rinde homenaje a sus raíces. Según su enóloga Elena Adell, “Origen 2012 destaca por su gran expresividad y estructura, fruto de una cosecha calificada como ‘muy buena’. Las condiciones climatológicas – sin lluvia- permitieron una cosecha sin aglomeraciones y se pudo dar a cada parcela el tiempo suficiente para que madurara, por lo que la uva que entró en bodega lo hizo extremadamente sana y presentó una gran calidad”.
Azpilicueta Origen es un 100% tempranillo elaborado con uva procedente de los parajes de San Cristóbal, La Tahola y Las Cabezas, todos ellos en el municipio de Fuenmayor, elegido por D. Félix Azpilicueta para instalar su bodega en 1881. Las características de estos terrenos permiten obtener un vino de gran personalidad, con una potente frutalidad y una acidez muy equilibrada. Ha sido criado en barricas de roble 100% francés, elaboradas con mimo por toneleros artesanos con maderas de bosques seleccionados directamente por la enóloga Elena Adell.
El tempranillo es la variedad tinta por excelencia en la D.O. Ca. Rioja, una uva que en La Rioja alcanza su mejor expresión gracias a unas condiciones ambientales que le permiten realizar una maduración lenta sin exponerse a temperaturas demasiado altas. El respeto máximo a esta variedad ha sido la seña de identidad de Azpilicueta, que con Origen le rinde un merecido homenaje.
De un vibrante color rojo cereza, Azpilicueta Origen nos ofrece una nariz deliciosamente afrutada. Es la fruta lo primero que vamos a captar en este vino: cereza, ciruela, mora, arándano o una leve nota de fresa. Al profundizar notaremos un lado floral, un poco de regaliz. Las especias cedidas por la madera durante su crianza aparecen después: clavo, pimienta, nuez moscada, un toque de vainilla, otro de cacao. La crianza está tratada con sutileza, con elegancia, de forma que es un componente más de este vino. Para terminar su boca, deliciosa, perfumada, suave, larguísima. El vino nos abandona finalmente con un recuerdo de frutas y especias.
