La marca vende sus instalaciones en Rueda, ubicadas al pie de la A6, a un importante grupo bodeguero, si bien garantizándose la elaboración de sus vinos blancos en las mismas instalaciones y con los mismos viticultores.
Dentro del acuerdo alcanzado, Pradorey continuará elaborando sus vinos blancos en las mismas instalaciones, con el mismo equipo técnico y con los mismos viticultores, con los que lleva ya más de 10 años trabajando y con los que mantendrá los contratos suscritos. De esta manera, Pradorey garantiza la continuidad y la importancia de sus vinos blancos dentro de su proyecto, asegurando a sus clientes los mismos estándares de calidad que en años anteriores.
Con esta operación, la bodega centra su estrategia en su emblemática finca de Gumiel de Mercado, la mayor extensión de viñedo de la D. O. Ribera de Duero, donde ya ha empezado a plantar nuevos varietales y estudia ampliar, en el corto plazo, su superficie de viñedo. Esta reestructuración supone una gran oportunidad para el grupo, permitiéndole la optimización de sus recursos al centrar su actividad en el corazón de su negocio principal.
Todos estos cambios se enmarcan dentro del plan estratégico de la compañía, junto con otros hitos tan importantes como la renovación de la imagen de todos sus productos, el lanzamiento de una nueva línea de vinos innovadores y pioneros y la reconversión de algunos de sus pagos en ecológico. Además, refuerza su apuesta por el enoturismo con una nueva inversión en la renovación de su histórico Palacete del siglo XVII, convertida desde hace años en Posada Real para acoger a sus visitantes dentro de un ambiente familiar donde poder disfrutar del mundo del vino en todas sus formas.