Juventud, frescura, marcada fruta y elegancia a partes iguales.
Como cada principio de año, los grandes amantes de los vinos más tradicionales de Rioja Alavesa, esperan con ansia e ilusión la llegada de los vinos de maceración carbónica al mercado.
Simón Arina, el enólogo de la bodega ha afirmado “Al ser una añada especialmente seca, los vinos resultantes presentan de por sí más graduación a la par que una buena maduración fenólica, lo que por suerte nos permitirá obtener vinos más maduros y con cuerpo. Nuestro Maceración Carbónica 2017 será un buen ejemplo de todo lo descrito, sin perder un ápice de su frescura característica”.
Bodegas Baigorri elabora su Maceración Carbónica a base de tempranillo de cepas de una media de 15 años. Situadas en fincas próximas a las instalaciones y bajo un control férreo de su ciclo vegetativo y productivo, albergan el fruto que se vendimiará a mano en cajas de 12 kg y que, una vez llegado a bodega, se manipula con gran mimo en las mesas de selección vibratorias.
En estos vinos destaca la astringencia natural, pero Bodegas Baigorri apuesta por hacerla casi nula, y por eso añade un 40% del tempranillo en forma de uva despalillada que entra junto con el otro 60% de racimos enteros en un depósito de acero inoxidable ancho y cilíndrico. Así los operarios tienen espacio en su interior, para pisar el resto de uvas que puedan quedar aún sin romper. Esto permite que haya menos tiempo de contacto también entre partes herbáceas y mosto. El resultado es un vino con un color y un brillo característicos, y unos aromas afrutados y potentes que muestran todo el potencial del tempranillo.
