Sierra Cantabria Mágico 2016, el mejor vino tinto del 2020 de Rioja según Tim Atkin.
Tim Atkin MW nos vuelve a situar entre los mejores de Rioja en su quinta edición «Special Report Rioja 2020«.
Empezamos el año con reconocimientos y elogios del crítico británico y Master of Wine, Tim Atkin, en su último reportaje “Special Report Rioja 2020”. Con más de 1,228 vinos catados, Atkin ha elegido nuestros vinos entre los mejores de Rioja y nuestros viñedos alcanzan lo más alto de su clasificación de viñedos.
Por quinta vez, ha clasificado a las bodegas riojanas con un esquema parecido a la clasificación de Burdeos. En la cúspide de la clasificación, los “First Growths”, se encuentran Viñedos de Páganos y “Viñedos Sierra Cantabria” y distinguiéndose en los “Second Growths” está Señorío de San Vicente.
El título de Mejor Vino Tinto de Rioja se lo lleva `Sierra Cantabria Mágico 2016’, con 99 puntos. Más allá del tinto del año y dentro del ranking de Vinos Tintos del Año se encuentran ´La Nieta 2017´ con 97 puntos, Señorío de San Vicente 2016´, ´Amancio 2016´ y ´Sierra Cantabria Colección Privada 2017´ con 96 puntos. Sin quedar atrás, Sierra Cantabria Organza 2018, de la bodega Viñedos Sierra Cantabria, se destaca entre los Vino Blancos del Año, con 95 puntos.
‘Finca El Bosque 2017’ y ‘El Puntido 2016’ también aparecen dentro de esta lista con 94 puntos cada uno.
Viticultura Heredada:
Cinco generaciones de viticultores con raíces en San Vicente de la Sonsierra han tejido una larga historia de complicidad entre el hombre y la viña para extraer las virtudes de una variedad única, el Tempranillo, aplicando todos los esfuerzos necesarios para transmitir su expresividad en unos vinos excepcionales de la máxima pureza e identificación con el terroir.
Marcos Eguren, al frente del trabajo enológico, y Miguel Eguren, en la gestión, encabezan un proyecto vitícola a la búsqueda de vinos que evoquen el viñedo, de una gran versatilidad y marcada personalidad. Guillermo, padre de la actual generación que lleva las riendas del grupo bodeguero, se considera, ante todo, un coleccionista de viñedos. Y así lo han entendido sus hijos, quienes han hecho de la excelencia en el cuidado del viñedo y el máximo respeto al fruto en la bodega su filosofía para obtener unos vinos que se adscriben a los nuevos clásicos: vinos que perduran en el tiempo, que aúnan fruta, potencia y estructura con elegancia, frescura y sutileza.
