Con más de 20 años de trayectoria, Grupo El Lagar de Isilla es una generación de bodegueros que apoya el enoturismo con D.O. Ribera del Duero.
Elaboración manual, calidad, amor y entrega son los cimientos en los que se sustentan Bodegas El Lagar de Isilla. Convertidas en las cuartas más visitadas de España y pertenecientes a una de las Denominaciones de Origen más antiguas e importantes del país, la D.O. Ribera del Duero tiene a sus vinos como protagonistas indiscutibles del negocio. Producen más de 250.000 botellas anuales, exportan un 25% de las mismas y, más allá de ser una bodega, incluye experiencias entre viñedos y visitas exclusivas para el disfrute de los sentidos.
1995 y una bodega histórica del siglo XV. Así arranca la aventura empresarial de Bodegas El Lagar de Isilla. En una región marcada por el sello D.O. Ribera del Duero se alza este grupo empresarial convertido en un referente de Castilla y León. La calidad se refleja en las más de 250.000 unidades anuales elaboradas a partir de las 40 hectáreas de viñedo propio (30 joven y 10 de viñas viejas con más sesenta años). En la actualidad cuenta con importantes nichos de mercado en China, Finlandia o Canadá a los que exporta, según las últimas cifras, un 25% de su producción.
Sus viñedos se encuentran, principalmente, en los términos de La Vid y San Juan del Monte situados entre 828 y 840 metros de altitud, en suelos arcillosos-arenosos. La variedad predominante es la Tinta del País o Tempranillo, seguida de tres hectáreas de Cabernet Sauvignon y una de Merlot, de producción exclusiva y limitada.
Estas dan como resultado diez tipos de vinos cuyo embotellado oscila entre las 1.500 y 120.000 unidades y cuya calidad se ha visto recompensada con importantes reconocimientos y galardones otorgados por las prestigiosas Guía Peñín y Guía Repsol, los Premios Envero, o diversos concursos nacionales e internacionales.
Pero sin duda, tres son las referencias más importantes de la compañía, y que sustentan parte de su razón de ser. Lagar de Isilla 9 meses Gestación cuya cosecha de 2012 proporciona un color rojo cereza intenso y su aroma recuerda a la fruta negra con ligeros tostados y especias de cocina. Su enólogo, Antonino Izquierdo, ofrece unas notas de cata en las que en nariz está muy presente la fruta negra con ligeros tostados y especias de cocina. Envuelve toda la boca siendo complejo, largo y persistente. Su fermentación maloláctica tiene lugar en barrica de roble americano, mientras que el proceso de crianza sucede en la de roble francés nuevo.
Casi 4.200 botellas son consecuencia de la recolecta del Lagar de Isilla Vendimia Seleccionada 2011. La fruta escarchada, la mora, la grosella negra y los recuerdos de un bombón inglés conviven en perfecta armonía con esencias de cocina, balsámico y cacaos cedidos por una excelente madera. La entrada en boca es cálida, aterciopelada e inicialmente sobresale la fruta muy madura para dejar paso a un chocolate negro con menta, toffes, cafés y notas de balsámico. Tanto su fermentación maloláctica como su crianza se desarrollan en barrica de roble francés.
El Lagar de Isilla Colección Especial Reserva de Familia es la edición limitada de la bodega burgalesa. Poco más de 1.168 botellas exclusivas se elaboraron para conmemorar la inauguración en honor a su Hotel Enológico El Lagar de Isilla 4*. Cada botella está enumerada y firmada con etiquetas de cristal diseñadas por José Andrés Zapatero, todas diferentes, con lo cual hace que cada una sea exclusiva y especial. Es la añada 2011 procedente de un viñedo de 90 años y seis racimos por cepa, un caldo con fruta muy madura, potente, carnosa, persistente y compleja, ideal para compartir con alguien especial. La barrica de roble francés es la encargada de fermentar este caldo.
Son vinos marcados por una filosofía empresarial que se centra en la recuperación de la tradición, el trabajo que se realiza en la viña y en la consecución de un vino excelente. Además, se realizan los tratamientos más comunes y admitidos en agricultura ecológica, es decir, que no se utilizan productos que puedan alterar el ciclo vegetal, practican la poda tradicional, el arado, la poda en verde o el aclareo de racimos.
Sus parcelas se encuentran en un radio de 10 kilómetros de bodega, reduciéndose el consumo energético y afianzando su compromiso por mejorar el entorno, intentando generar la mínima cantidad de residuos y gestionarlos de la mejor forma posible.
Es un trabajo minucioso, en el que se busca una uva sana, en perfectas condiciones que dé como resultado unos taninos suaves y equilibrados. Es por ello que semanalmente desempeñan la ardua tarea de realizar catas de uva para establecer el momento óptimo de vendimia.
Hay más de 20 años de trayectoria que gira en torno al mundo del vino. Las actividades que se organizan pasan por degustaciones, cursos de cata, paquetes turísticos o exclusivos programas como ‘Experiencias Vendimias’. Así, Bodegas El Lagar de Isilla abre sus puertas durante las mañanas de 10.30 a 14.30 horas y las tardes de 16.30 a 20.30 horas.
